Salud

Síntomas del dolor de pies y de tobillos

El dolor se puede sentir desde los dedos de los pies hasta los talones, o bien en la articulación del tobillo. Puede haber inflamación, dolor y rigidez si la articulación del tobillo está esguinzada o si las articulaciones de los dedos del pie están lesionadas.

Las lesiones en los pies pueden provocar hematomas y enrojecimiento, que causan dolor al aplicar presión. La inflamación y el dolor dificultan mover libremente la articulación del tobillo o poner peso sobre el pie.

Si sentís dolor en los talones, podría ser una lesión del tendón de Aquiles

La rigidez y el dolor a lo largo de la parte posterior del talón podría ser signo de una lesión en el talón de Aquiles. Este tipo de lesión es resultado de una distensión repetitiva o intensa del tendón que conecta los músculos de la pantorrilla con el hueso del talón. Utilizamos el tendón de Aquiles al caminar, correr, saltar o pararnos en puntas de pie, por lo cual esta lesión, generalmente, se produce después de haber practicado algún deporte.

Los esguinces y el dolor en los tobillos

Los esguinces son una causa frecuente del dolor en los tobillos. Estos se producen cuando los ligamentos se estiran, se tuercen o se rompen, lo cual inflama el tobillo, y esto hace que nos duela cuando ponemos nuestro peso sobre él.

Tratamiento y otros

Como usamos los pies y los tobillos todos los días para movernos, sentir dolor en ellos puede ser bastante insoportable. En general, podemos aliviar el dolor con remedios caseros, como colocar hielo para disminuir la inflamación, mantener el pie elevado y tomar analgésicos de venta libre para aliviar el dolor y la inflamación. Sin embargo, si el dolor es intenso, la inflamación es considerable o tenemos una herida abierta, debemos consultar a un médico.

También es importante consultar a un profesional si no podemos poner peso sobre el pie o tenemos dificultad para caminar, si tenemos sensación de quemazón o entumecimiento, o bien si somos diabéticos. El médico puede realizarte estudios y sugerirte ejercicios de baja intensidad, además de pedirte estudios por imágenes, como una radiografía o una resonancia magnética.

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