Entrevista

Vivir para triunfar: Gustavo José Soto

Una historia de vida. Tiene 50 años, tuvo un accidente en general José de San Martín, fue en el año 1997. En esa ocasión fue a ver por segunda vez a su mamá, ya que de chico se habían separado e ido a vivir a Resistencia, Chaco con su papá, separándose de su madre. Eran 5 hermanos, tres varones y dos mujeres.

Accidente: Andaba en su bicicleta junto a su hermano un día festivo del pueblo en la parte trasera, apareció un inadaptado que los chocó y se dió a la fuga; lo dieron por muerto. Vive con su hermana, como se quedó en silla de ruedas, ella no quería que viva solo, lo trajo a vivir con ella. Cuando tenía 20 años se puso de novio y ahí tuvo una hija, hoy con tres nietos hermosos.

Gustavo nos cuenta: "Mi viejo nos dió en adopción a cada hermano por separado con distintas familias y pasaron los años y me reencontré con un hermano, después seguirían los otros hermanos y hermanas, ya éramos grandes”.
“Luego apareció un tío dónde yo me iba a jugar al fútbol todos los domingos, era arquero y jugaba en defensa, pasaba la pelota y el jugador quedaba “tirado” ja, ja. Un hermoso recuerdo. Tenía 18 años”.

“Después del accidente no tenía ganas de salir a ningún lado, escuchaba a mis amigos que se iban a jugar al fútbol y yo en mi encierro; pero, después dije “tengo que hacer algo”. Fui a un traumatólogo y llegue a buenas manos; me operaron y me pusieron titanium en la columna y 12 tornillos, rehabilitación en silla de ruedas por todos lados”.

“Posteriormente, a una gran depresión, viene la otra parte de mi vida, como dije antes “tengo que hacer algo”. Comencé a jugar al básquet en silla de ruedas en el Club Sarmiento “El Decano” y ahí me encontré a Ariel López con su silla de ruedas pintada de rojo y amarillo; “le pregunté si jugaba al básquet”, me dijo: “sí; hace poco empecé a correr maratón en silla de ruedas”, me pregunto “sino quería probar y correr con él”.

“Nos pusimos en contacto y me invitó a una carrera que se hizo en Resistencia y me puso en contacto con Cynthia Torres, eso fue en el 2019, ahí empezó a cambiar mi vida. Corrí 2 km con un poco de miedo, después me invitaron a otra carrera. Empecé a entrenar y ya me gustaron los desafíos: corrí 12 km, 8 km, 5 km, 10 km, 21 km, corrí de noche dos veces y no me perdía ninguna carrera con mi nave ja, ja”.

“Me levanto todos los días, hago los mandados, limpió, barro, lavo mi ropa, cocino y hago 14 y 17 kilómetros día por medio, a veces 20 y un sueño que tengo es hacer 42 km en Corrientes y la Maratón Río Paraná”.

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