Alicia nos cuenta que: “Desde chica, siempre me incliné hacia los deportes, juegos; saltar y trepar árboles en un "sitio” cerca de mi casa, era mi lugar favorito. De joven me gustaba correr en la plaza de Goya; hoy, recuerdo cómo era capaz de llegar a hacer hasta 20 vueltas a la plaza San Martín ¡hoy de sólo pensarlo, me da risa!”.
-Alicia, has hecho un camino hasta ser una corredora de larga distancia ¿Qué circunstancias te llevaron a plantear estos desafíos?
-Una vez, atletas que entrenaban en la plaza San Martín me invitaron a hacer un fondo en ruta, haría mis primeros 20 kilómetros, sin saber qué era eso.
Luego de mi intento de estudiar en el Profesorado de Educación Física, voy a vivir y a trabajar a Corrientes capital, donde conozco a Héctor, mi esposo. Luego de recibirse de Odontólogo, migramos a España, tuvimos a nuestra única hija; allí participé de carreras de 5 km.; así, me motivé para volver a mi estado físico anterior; normal, luego de un embarazo. Corrí en la marea rosa, en las prestigiosas ciudades de Málaga y Sevilla. Pero, no fue allí, sino a nuestro regreso a la Argentina que conocería la locura del trail.
Mi padre falleció, y quise volver a hacer lo que siempre me sanaba, que era “correr”. Conocí a un grupo de running que salía a correr por los campos de mi ciudad, embarrarse, saltar y reírnos a carcajadas; no dudé en ir con ellos a mi primer carrera en Victoria, Entre Ríos, 10 km., sin entrenamiento, donde equivoqué el camino y seguí con los de 21 km., luego me enteraría que compartí unos simpáticos kilómetros con todo un referente en la materia, Juan Ricardo Ferrero.
A partir de allí, con mi compañero de vida y de entrenamiento Héctor, buscamos un entrenador, pues quería progresar y probar distancias más largas. Preparé mis primeros 42 kilómetros que serían en selva misionera y estaba decidida a participar de mi primer ultra en Córdoba, Huerta Grande, mis primeros 60 kilómetros en 2016; pero, antes pasaría por mi primer carrera de montaña de 30 km. en El Rodeo, Catamarca; ahí sí, que me enamoré de las trepadas, que te quitan el aire y de las vertiginosas bajadas, me sentí tan bien, como si siempre hubiese corrido en ese terreno.
-Mis terrenos favoritos son los cerros y montañas, carreras trabadas, ésas me gustan. Además de sentirme cómoda en las ultras, “sabes que largas de noche y aún te queda un largo día en las montañas y cerros”.
Correr, siempre de alguna manera, formaba parte de mi vida y la inclinación por practicar siempre varios deportes, seguramente me haya dejado la base para con un buen entrenamiento y nutrición llevar a cabo las pruebas en las que me inscribo, además por supuesto, el placer que me da hacer esto.
-La Misión 2019: Contános en pocas palabras lo que significó llegar para vos ¿que sentiste en el recorrido?
-La Misión 2019 fue un logro con muchos significados... llegar a la meta en este desafío de trekking en total autosuficiencia, después de abandonar el año pasado, a pocos kilómetros de llegar, fue un antes y un después. Paciencia y humildad, es la palabra, que la montaña te enseña y aceptar que hay cosas o conocimientos que sólo podemos atravesar una vez experimentados.
Una terrible tormenta en La Misión del 2018, hizo que decidiera abandonar, por cosa del destino, este año en el mismo lugar -un puesto base-, llamado el Tres Nacientes se desataba otra tormenta, cosas del destino, creer o reventar como quien dice: “pero, esta vez no subiría aún, sería paciente”. Con todo el equipo obligatorio pudimos hacer campamento y pacientemente esperar que las cosas cambien o bien calmen; y si no cambiaban, esperar un poco más. “Yo, ya había vivido, eso de atravesar filos en esas extremas condiciones, pues naturalmente, son cerros difíciles a los que nos enfrentamos, ya en condiciones normales lo cual se agudizan si el clima no acompaña”.
Creo firmemente que no existen cosas fáciles en estos desafíos, porque a todos los corredores aventureros nos pasa que, nos aferramos como "rocas", y -es una metáfora-; climas hostiles, vientos en todas direcciones, poca o nada de visibilidad, pastos, ramas si las hay, lo que sea para sentirse seguro y salir del lugar y avanzar. Nos aferramos a lo que sea, pensando tal vez, que un paso en falso puede acabar con nuestras vidas.
Pasar, el arco de La Misión, era realmente el objetivo; éstas pruebas sacan del ser humano habilidades e instintos que ni siquiera soñábamos que teníamos. Para llegar a la meta tenes primero que estar convencido de lo que vas a hacer, y ganas de hacerlo y de llevarlo a cabo.
-¿Cómo te definirías en tu actividad de deportista?
-Soy una corredora amateur, con grandes resultados, la verdad adoro la competencia y estoy allí a la par de grandes atletas renombradas en el circuito argentino y también de países vecinos, atletas que son referentes en el deporte y obviamente admiro un montón, competir y estar en competencia hace que yo me supere día a día empujando siempre mis límites a tratar de ser mejor corredora de lo que fuí ayer; pero competir, implica no sólo una preparación a conciencia para las pruebas, sino participar en ellas y a veces se nos hace muy cuesta arriba, pues el único ingreso proviene de nuestro trabajo.
Héctor mi marido, es Odontólogo, tenemos un consultorio en nuestra propia casa y lo ayudo por las mañanas; obviamente, es la única fuente para solventar nuestros gastos entre la inversión en equipos, mochilas, zapatillas, nutrición, etc. que se necesitan, además del viaje y alojamientos.
-¿Que significa tu familia para vos?
-Para mí, que mi familia me acompañe y comprenda, es todo, es mi motor y motivo suficiente para seguir adelante en la búsqueda de superación constante, creo que eso me caracteriza, me equivoqué muchas veces pero insisto y persisto, gracias a su apoyo incondicional, pues mi marido también corre, a lo mejor no tan a lo loco como yo, pero le gusta tanto como a mí estar en contacto con la naturaleza y por ende a nuestra hija.
-¿Tu año de competencia?
-Fué un año intenso, lleno de ultras, ahora a pensar en Abril del 2020, mi intención es participar de mi primeros 160 kilómetros non-stop. Estoy viendo la manera de motivarme a llegar y concretarlo, tratando de donar mis kilómetros completados a alguna protectora de animales o algún quirófano móvil de Goya, para los perros sin hogar de mi ciudad. Es algo que deseo hacer, me haría mucho bien y sería motivo más que suficiente para llegar a cualquier objetivo propuesto.
-Gracias...