Blog / Opinion

Correr no es siempre la mejor opción

25-07-2017 - Por Juan Ricardo Ferrero

El recorrido es uno de los principales factores sin lugar a dudas a desafiar en donde prevalezcan las subidas y bajadas en un entorno normalmente impredecible y donde los cambios continuos en el terreno están a la orden del día. Así, subir y bajar pendientes, ya sean técnicas o no, es una de las grandes características que diferencia las carreras por montaña de las pruebas en ruta.

Hay que aprender a valorar la situación y decidir si correr a través de una subida con gran inclinación merece la pena para el gasto de energía que supone. Muchas veces, afrontar estas subidas caminando es la mejor manera de seguir avanzando y ahorrar energía, ya que si lo hiciéramos corriendo quizá fuera contraproducente por estar gastando un exceso de energía para la poca velocidad que alcanzaremos. Es cuestión de analizar si, proporcionalmente, nos conviene subir corriendo o hacerlo caminando.

Si eres corredor de asfalto y compites en pruebas en ruta, seguramente solo te hayas visto obligado a andar en alguna carrera en la que te hayas pasado de ritmo o en algún momento en el que te pasaste por completo, pero en la montaña descubrirás que correr no es siempre posible y, a veces, voluntariamente andar es la mejor decisión. Las fuertes pendientes que a veces encontramos en nuestro camino nos obligan a detenernos y caminar en lugar de correr.

Por ejemplo en los primeros kilómetros de un ultra trail si nos encontramos ante una fuerte pendiente, lo ideal es afrontarla caminando, con tranquilidad, sin hacer excesivos esfuerzos.

Faltando muchos kilómetros por delante, la mejor opción es guardar energía y no desgastar más de lo necesario. Ya tendremos tiempo en los tramos finales del recorrido de subir cuestas corriendo y derrochar la energía que nos pueda quedar adentro.

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