Blog / Opinion
Bell Ville tiene su Forrest Gump
08-06-2017 - Por Juan Ricardo Ferrero
Correr 8 horas en plena Antártida, conocer cinco desiertos, atravesar parte de la Amazonía, bordear el Mont Blanc uniendo Italia, Francia y Suiza en 44 hs sin parar, realizar el circuito de 500 km en Australia. Son algunas de las grandes expediciones que realizó el bellvillense Juan Ricardo Ferrero dedicado a la categoría de ultramaratón. Actualmente está plasmando cada experiencia en su libro digital. Escribe: Mayra Benejam (Semanario El Regional).
La pasión de recorrer el mundo corriendo. Juan Ricardo Ferrero es abogado y tiene 48 años, hoy puede dedicarse por completo a su pasión: recorrer el mundo sólo con la fortaleza de sus piernas. Desde el 2005 se animó a correr carreras de calle como un hobby y como parte de su entrenamiento para eliminar el sobrepeso que padecía. Nunca pensó que iba animarse a correr carreras de larga distancia combinada con aventura, una categoría para muy pocos en el mundo.
Ser ultramaratonista significa poder correr distancias mayores a los 42 km, algunas duran 24 hs. sin parar (non stop) y otras varios días con paradas y acampe. Esta categoría presenta dificultades no sólo físicas sino que dependen de las inclemencias del tiempo, cambios de elevación o terrenos accidentados.
Ferrero es el único argentino ultramaratonista en este tipo de carreras que completó 7 continentes (América se divide en dos y se le suma Antártida), según la organización The Official 7 Continents Marathon, 1/2 Marathon & Ultra (USA); para ser miembro de esta el requisito es haber corrido 3 continentes. Hoy, único en el planeta en correr en los 8 continentes -Eight Continents Club-, (USA).
Se convirtió en el primer competidor del mundo en completar la serie Grand Slam de 5 ultramaratones y 5 continentes (pasando por Bolivia 170 km; India 200 km; Australia 522 km; Noruega 160 km y Burkina Faso 217 km) entre el 2014 al 2016.
Es de los tres argentinos que completó la serie de 1000 km en cuatro competencias atravesando el desierto de Atacama y Sahara (2012), Gobi (República de China en 2013) y Antártida en 2014. Son 250 km en cuatro días cada carrera.
“Hoy a nivel mundial existen organizaciones que se encargan de llevar a cabo la logística en las carreras de este tipo. Es un negocio también, en Europa la carrera más convocante cuesta 100 dólares la inscripción, pero las más difíciles van desde 500 a 4000 dólares”, detalló Ferrero.
La primera hazaña como corredor de larga distancia a nivel mundial fue en el 2011: “Hasta el 2009, corrí todas las carreras de aventuras dentro del país y clasifiqué en el 2011 para correr en Europa en una de las más famosas. Consiste en rodear el Mont Blanc en Francia, Suiza e Italia, son 170 km sin parar, con un desnivel positivo de 10 mil metros. Yo estuve 44 hs. sin parar para completarlo. Largué por la noche y estuve dos días y dos noches corriendo toda la vuelta. Logré ser uno de los 5 primeros argentinos que lograba esa carrera. Ese fue el puntapié inicial para empezar a recorrer el mundo corriendo”.
Correr en la adversidad de los desiertos
“En la carrera de los cuatro desiertos fue el primer proyecto más ambicioso. El primer desierto lo hice en solidaridad con un merendero de la ciudad. Y allí me fue conectando con personas que lo hacen, que serán entre 100 y 200 personas en el mundo”, contó el abogado, quien hoy se aboca a este deporte.
“No es para normales, te tiene que gustar mucho esto. En las carreras se siente mucho dolor, deshidratación y cansancio extremo. Hay que planificar y entrenar. Me acompaña un equipo médico. Entreno en mi ciudad entre dos y tres horas por día para correr en cualquier parte del mundo. Combino bicicleta y correr. Después te encontrás con calor o frío. Se prepara un equipo especial para llevar en una mochila que pesa 8 kg. donde se compacta la comida y todo lo necesario para acampar y estar 7 días en el desierto. Las etapas son de 40 o 50 km y hay una larga de 80 km”, detalló sobre la preparación.
De todas formas remarcó que “en esto no podes asegurar llegar, uno prepara la cabeza y el físico pero hay condiciones que a veces no aportan. En dos o tres carreras de las 30 que hice, no las pude completar”.
Los dos grandes desafíos
De todo lo recorrido en los últimos cinco intensos años, Ferrero elige dos carreras como claves en su lista: “Creo que fue por lo que uno se planteó después de todo el circuito, fueron los 500 km en Australia. Eran 10 días en pleno desierto para cerrar esa distancia, en donde el último día corrí 130 km. Bajé 8 kilos en carrera. Es una de las más largas del mundo en autosuficiencia.
Luego le sumaría la Jungle Marathon en la selva amazónica (2016) una más de superviviencia donde cruzábamos ríos, con muchos peligros”.
Su próxima carrera será Dinamarca el año que viene, y es así como este deporte se convierte en una pasión que lo lleva a diferentes destinos con inagotables anécdotas recorridas en dos piernas. 02 Abril, 2017 - Contenidos El Regional - La Región Bell Ville.