Blog / Opinion

Comenzar a correr. Lo que no hay que hacer

26-10-2018 - Por Juan Ricardo Ferrero

Al entrar en calor, cada entrenamiento comenzará con una caminata de no menos de 10 minutos a un ritmo veloz, sin que signifique que comiences a trotar. Asimismo deberás terminar cada entrenamiento con una caminata de 10 minutos para permitirle a tu cuerpo que lentamente vuelva a su estado anterior. Datos a tener en cuenta al comenzar a correr. Tres importantes por lo menos, no se deben hacer.

- Correr muy rápido. Para un corredor que se inicia sin un entrenador, el ritmo al que corren en sus entrenamientos, suele ser el gran problema; y aquí es donde todos los corredores principiantes cometen el gran error: correr demasiado rápido. Es un hecho, los corredores principiantes no saben a que ritmo correr, pero quieren correr rápido. El ego, los deseos de autosuperación, inseguridades personales, cualquiera sea el motivo todos los corredores principiantes corren más rápido de lo que deberían. Te puede traer algunos problemas, son: Reduce el tiempo total que podrás correr. Aumenta las sensaciones de ahogo y la incomodidad al correr. Aumenta las molestias post-running. Aumenta el riesgo de lesiones. Aunque todos los corredores principiantes desean correr rápido, es muy importante que graben en su mente que durante los primeros 6/12 meses las mejoras en su rendimiento se deberán a mejoras en el sistema aeróbico y corriendo lento es cuando mejor lo pueden estimular. Lo mejor que puedes hacer, es correr a un ritmo que te permita mantener una conversación sin agitarte. Básicamente, el objetivo es correr a un ritmo que no eleve exageradamente tus pulsaciones.

- Ignorar las molestias o dolores. Un corredor principiante no conoce los límites de su cuerpo y difícilmente, conozca la diferencia entre el trabajo duro y el trabajo inteligente. Una cosa es entrenarse esforzándose y trabajando duro, y otra cosa es que en cada entrenamiento sufras al máximo. Nuestro cuerpo es poderoso y tiene una excelente capacidad de adaptación, pero tiene límites; ser capaz de diferenciar entre un dolor y una lesión genuina es algo que viene con la experiencia y es vital para no sobrepasar esos límites. Los corredores principiantes aún no tienen la experiencia suficiente para reconocer una molestia poco riesgosa de una molestia que puede convertirse en una lesión de importancia. El esfuerzo tiene que ser realizado de manera inteligente, permitiendo que tu cuerpo asimile los entrenamientos que realizás. Sentir incomodidad en determinados entrenamientos es aceptable (aunque en principiantes debería reducirse al máximo), pero de ninguna manera pienses que correr con un dolor en tus rodillas, tobillos o cualquier parte de tu cuerpo es normal. Probablemente, estos dolores sean los anuncios que te da tu cuerpo para que entiendas que estás haciendo algo mal. Son los dolores que debes aprender a escuchar para evitar que te lesiones.

- Pretender inmediatos resultados. La ansiedad del corredor principiante suele ser elevada; quieren mejorar rápido, correr más kilómetros y “volar” en cada uno de sus entrenamientos. Un día pretenden empezar a correr y en un par de semanas ser mejores y exigirse al máximo. El problema que se genera aquí es doble. Por un lado, es normal que luego de un tiempo las mejoras no sean tan evidentes como al principio y llegue la decepción o frustración. Por otro lado, exigirte más de lo que tu cuerpo puede soportar, aumenta el riesgo de lesiones y lamentablemente, demasiados principiantes se lesionan. A partir de aquí, puede surgir otro problema, creen que es normal lesionarse y hacen poco o nada por evitarlo. Ten paciencia, y confía en tí mismo.

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